La Sabiduría en los Chats
Me dediqué a investigar como se comportan los cibernautas ante
esa cajita mágica que llaman “chat” yo comencé en el chat hace
muchos años, ya no me acuerdo cuantos, pero en ese entonces
era la única forma de comunicarse con… (con nadie porque no tenía
ningún conocido), entonces era un aditivo inútil, aprendí a chatear
con un programita que se llamaba “Dr Abuse” era un viejillo todo
simpático que le daba a uno la impresión de estar hablando con
otro imbécil y era uno mismo el que contestaba, porque conducía
la conversación (hasta ahora me entero) pero bueno, pasó el
tiempo (siempre sucede: que el tiempo pasa) y ahora poseo un
grupo de personas reales que son amigos virtuales… muy selecto
por cierto y que agradezco las mejores horas (por lo menos laborales)
y con ellos puedo sentarme a intercambiar ideas por horas, de
ahí han salido bastantes “joyas” de las que plasmo por aquí.
Ahora bien, en el camino usé muchos sistemas de chat, casi
que el primero fue “skype”, bastante versátil y ajustable a las
necesidades de aquel tiempo (lo usábamos para burlarnos del
jefe) hasta que nos descubrieron los malditos de sistemas de la
empresa… entonces teníamos que chatear clandestinamente
y como nos bloquearon el tal skype, lo que hacíamos era crear
una hoja de texto y colocarla en un lugar estratégico de la red
interna del lugar de trabajo, así nos pasábamos los mensajes,
luego nos perdonaron… y nos volvieron a activar internet…
vinieron el “mesenguer” (que yo le decía “mazinger”) y también
el “gugletalko” y ahí realizábamos verdaderas orgías cibernéticas
a veces se confundía uno y como tenía tantas ventanas abiertas
al mismo tiempo: enviaba piropos a un amigo musculoso y
malhumorado, en vez de alguna chica que viniera vestida muy
sugestivamente… y se armaba un desastre, también sucedía que
mandabas a la mi… seria a algún compañero majadero y el
mensaje se iba para donde la compañera buena gente y sumisa,
pero todo fue cambiando los amigos se fueron agotando, se fue
perdiendo el contacto con los mejores chateadores de ese tiempo
todo se fue quedando vacío, las cajas de chat fueron escaseando
sus letras, ahí quedaron los contactos, secos y fríos sin conexión,
sin embargo de un tiempo para acá, he andado en “feisbuk” y
¡oh sorpresa!... ahí están todos los “desgraciaos” ¿Cómo están
viejos compañeros de navegancias? (faltan dos o tres, pero eso
es indiferente) por cierto que ayer uno de mis amigos me escribió
y he aquí la conversación:
Ciberamigo: que me cuentas de nuevo?
Jag: vieras que me invitaron a una página “VIP”
Ciberamigo: que bien!
Jag: cual bien?, no tenía porno por ningún lado…
Ciberamigo: debes aprender que “privado” no siempre significa
porno
Jag: si, pero entonces?
Ciberamigo: Como tampoco que una chica que te invite a tu
casa significa sexo… ya me ha pasado…
Jag: eso es cierto, a mi también me ha pasado… (aunque muchas
veces si significaba sexo… y yo no me he dao cuenta!)
En conclusión: en los chats te llegan ideas bastante buenas…
pero luego las olvidas y lo que haces es escribir babosadas.
