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19/11/15

Yo También Quiero Ser Extraño

Yo También Quiero Ser Extraño

 En estos tiempos (y en otros también) donde las modas
rigen la actitud de los seres humanos, a veces uno no
encuentra el modo (el esposo de la moda, precisamente)
de actuar, recuerdo que antes, cuando la mayoría éramos
feos, los pocos guapos que habían eran los que ligaban…
y era la excepción de la regla (o menstruación) entonces
teníamos que un ligón era un héroe entre nosotros, se
convertía inmediatamente en líder y admiración del grupo
yo siempre  quise ser un ligón, para saber como era ser
“raro” único… pasaron los años, y la guapura de uno ya
no fue factor importante para “levantar” féminas… si no
que llegaba algún patas vueltas de Estados Unidos, con
el pescuezo doblao de cadenas y algún carrillo mas o
menos y con eso ya era suficiente para la conquista de
incautas… como es de esperarse, yo nunca tuve la grata
oportunidad de viajar al tan famoso país del norte y ahí
estaba igual que siempre… esperando ser el único, el
verdadero (el verdadero estúpido) aunque bien parecido
(bien parecido a un espanto) sin posibilidades de carro ni
cadenas (en todo el sentido) volvieron a pasar los lustros..
y ya la mayoría eran feos pero tenían plata, carros y cadenas
sin embargo, ya no eran la excepción ni la maravilla, ni la
admiración de nadie, porque era algo cotidiano… las chicas
se decepcionaban de tan perversos personajes por su tan
odiado libertinaje y empezaron a buscar algo mas espiritual
(¿o no?) yo estaba confundido (y aún lo estoy) no obstante
era la oportunidad para sobresalir por ser, ahí si, el único
(el único que no ligaba) pero las excepciones y rarezas son
lo que atraen… (¿o me equivoco?) pues si… me equivocaba
por que empezaron a surgir un montón de raros… igual
o peor que yo… y estos eran los que escogían las mujeres
algo “diferente” fuera de lugar, fuera de serie, único e
irrepetible, sin embargo habían demasiados así! se empezó
a plagar el mundo de gente rara, que se sale de lo que se
llama convencional, ahora, cada uno es raro con respecto
a los demás, la “mayoría” se preocupa por el que dirán…
pero también la mayoría pone en feisbuc: “no me importa
el que dirán” la mayoría pone estados en feisbuc, haciendo
alusión a su condición de “extraño” pero obtiene mil
quinientos “likes” y otros tantos comentarios ratificando
(convirtiendo en ratas) que ellos también son así… y si
todos son así ¿qué tienen de “extraño”? como decía el
villano de una conocida película: “Voy a convertir a todo
el mundo en héroes y así, nadie lo será!” definitivamente
ninguna de mis estrategias para ser único, raro, verdadero
e irrepetible ha funcionado (por ende, sigo sin ligar…)
por lo cual he tirado la toalla, voy a ser “normal” que eso
ya cuesta encontrarlo en estas épocas, voy a ver televisión
voy a preocuparme por lo que digan de mi los demás, voy
a desvivirme por quedar bien con todos, voy a ser cordial
noble y cursi, romántico, me voy a quejar del gobierno, voy
a preocuparme por la política y voy a leer a Paulo Cojelo…
No! pensándolo bien… mejor me quedo así como estoy…


30/10/14

Algunas Rarezas

Algunas Rarezas

¿Han visto que si le cambiamos de posición las letras a “algunas”
dice “lagunas”? y si le cambiamos a “rarezas” dice “rezaras” así
las cosas, podemos decir que esta columna se intitula: “Rezaras
Lagunas” Pero como suena raro… la vamos a llamar así… Y hago
estas “inflexiones” (porque “reflexionando” me canso mucho)
en base a que me siguen sorprendiendo los dichos que “diche”
la gente, un día de estos escuché que una maestra traía “entre
ojos” a un alumno ¿Cómo entre ojos? ¿queseso?... sentao en la
nariz lo tenía? en medio de los “antiojos”? No entiendo cual es
la relación… O cuando alguien muy enojado dice “o hacen tal
cosa, o no respondo de mis actos!” ¿Y que me importa a mi que
no responda? Acaso le estoy preguntando nada? No entiendo
esa amenaza tampoco, cuando uno estaba chiquitillo le decían
que no respondiera a los mayores, yo me quedé con eso y rara
vez respondo cuando me preguntan algo, otra cosa que me decía
mi mamá era que: “no le mire la cara a las personas!” ¿entonces
que le iba a ver, las patas? Y así era, como yo era muy obediente
no le veía la cara a nadie, por eso es que pocas veces reconozco
a la gente ahora, aún con decenas de años de conocerlos, y en
el mismo orden de obediencia, cuando hablo con alguna mujer
de mucha “pechonalidá” menos le veo la cara… Luego preguntan
que de donde salen los fetiches… los metiches si que sé de donde
aparecen, pero esos son peores aberraciones que los primeros
Hablando de enojados, un día estaba almorzando en un restorán
con unos compañeros de trabajo y uno de ellos se paró de la
mesa y empezó a gritar tonterías, en eso venía la mamá del
dueño del local y dice una compañera: “uy que vergüenza, esa
señora es bravísima!” y yo vi la señora, toda echa leña y casi
ni podía caminar y le digo a mi compañera: “¿y qué? cual es el
problema que esa señora sea muy brava si ni se puede ni mover,
a mi asústeme con que un viejo de dos metros dieciséis (tipo
“Chakil Oníl”) sea bravísimo… aún así, yo corro más… dejame
de jorobar y dejame comerme mi hamburguesa, que por cierto
tardaron dos horas en servírmela… Tampoco comprendo cuando
uno ha dicho alguna barrabasada (más yo, que soy medio zafado)
le contestan: “ay, no diga eso” ¿y como hago si ya lo dije? ya para
qué? deberían anticiparse y antes de que uno abra la boca, decirle
“no diga eso!” entonces como yo soy tan obediente (insisto e in-situ)
hago caso, y no me gusta eso de decir “retiro lo dicho” ¿Cómo lo
va a retirar? ¿le va a dar rebobinar al caset? además ya los casets
pasaron de moda, por eso esté muy seguro de lo que va a decir, pa
que luego no tenga que andar “desdiciéndose” que queda feo, es
casi como “desvistiéndose” o en su defecto, que le resbale lo que
la gente piense de lo que usté piensa y dice…