Crítico de Rock
El día que me invitaron a una sesión de los corresponsales de la
revista de renombre “Meta Jamer” (yo creí que había que ir a
“jamar algo”) estaba yo en el baño y el teléfono sonó como diez
veces antes de que yo pudiera c…contestar la llamada, fui invitado
a escuchar la nueva producción de un grupo ruso (sin aturuzar nada
en ninguna parte) iban el productor de la revista, el corresponsal, el
fotógrafo y este servidor que iba de metiche, ayudaría con la crítica,
llegamos al estudio dónde nos recibieron tres integrantes del grupo
se trataba del guitarrista, el baterista y una de las vocalistas (que eran
dos, pero una no estaba) nos pusimos cómodos y nos sirvieron unas
bebidas que no pude determinar de que se trataba, entonces la mujer
puso el disco en el reproductor (en el reproductor de discos y cintas)
entonces se apagaron las luces y nos dispusimos a escuchar el “demo”
¿Qué cosa es eso? Pronto lo averiguaría, empezó una melodía, que era
más “melo” que día, se trataba de la pista número uno del dichoso
disco (dichoso, porque ya lo había “dicho” antes) entonces, no le
encontraba el gusto a la pieza y luego de minuto y medio de sonar
el corresponsal de la revista fue y la cambió… pensé que no era
posible saber que calidad de música era si pasaba la pieza a medias
empezó la segunda, esta vez treinta segundos de introducción y una
voz en ruso cantando parecido a una pista tocada al revés, no le
entendí ni papa (no entiendo el inglés, menos el ruso) y cuando creí
saber que decía que vuelven a cambiar la canción, le hice un gesto
al corresponsal… ¿no iba a dejar en paz el botón “forward”? o como
se llame… la tercera tenía un poquillo de ritmo, le empezaba a coger
el gustillo cuando el majadero del corresponsal, lo volvió a cambiar
esto se ponía épico… la cuarta empezó violenta con la voz profunda
(supongo que de la mujer que estaba con nosotros pues la miré y
sostenía una risita de satisfacción (la sostenía para que no se le
cayera)), pero dos o tres estrofas después el imbécil cambiaba de
nuevo, y ya no aguanté a la quinta, porque la quinta es la vencida
y empujé al corresponsal increpándole (quitándole las crepas) con
justificada irritación:
-¿porqué no deja quedito ese equipo y permite que suene la canción
entera?-
-¡porque se trata de un “demo”!!- me dijo disgustado por el empujón
-¿un demo?... un demo –nio!, cuando le voy agarrando el toque usté
me la cambia-
-De eso se trata, no pretenderá que vaya a escucharlo todo esta basura
de dis…- en eso se percató de que los tres integrantes de la banda
(la-vanda, aroma que usaban para limpiar el piso) empezaron a verlos
con cara de pocos amigos, y estos tenían un cuerpo atlético que los de
la revista mirándose uno al otro emprendieron la carrera, (el que más
"corrió" fue el "corres"-ponsal) yo por mi parte, les pedí a los del grupo
amablemente un ejemplar del disco, pues nunca me ha gustado escuchar
las cosas a medias, los de la “Metal Jamer” no me han vuelto a llamar
para que les ayude a criticar otro disco…
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