Para Que No Explote la Cabeza

Para Que No Explote la Cabeza

Tenía tantos temas para exponer pero ya todos han pasado de moda

en los tiempos que corren… y uno cada vez más viejo, corre menos y

ya no los alcanza, hubo un alboroto con la ley “mostaza” pero no paró

en nada porque aquí los ticos entre más nos quieran callar, más hablamos

pura paja… el resto de temas perdió importancia, porque aquí revisando

mis notas, no entiendo qué fue lo que puse o ya no hace gracia, solo

resta aclarar un par de dudas que tengo, un día de estos, vi en unos

requisitos, de un préstamo, creo, decía: “traer cédula en mano”… o sea

¿no la puedo traer en la cartera como todo el mundo? ¿tengo que

venirme con la cédula en la mano desde que salgo de la casa, o la saco

antitos de entrar al establecimiento?  Otra cosa que me tiene con un

estrés del carajo es que (bueno no muy pronto) pero si, veo que voy

rumbo a los cuarenta (años, no millones) y con esto de los exámenes

prostáticos (y prostitúticos) no me gusta para nada el sistema que se

viene manejando para la auscultación de dicho órgano… ¿porqué si

la ciencia ha avanzado tanto, aún se usa para esto el rústico dedo

“tanteador” me pregunto yo? además: ¿para qué quiere saber el

médico qué tiene uno ahí dentro? si ya se sabe que uno solo porquerías

y tonterías tiene dentro del cu…erpo ¿qué espera encontrar metiendo

su dedote ahí? ¿el tesoro del pirata Morgan?  Pues yo no me lo hago

y no me lo hago… ahora quieren explicarme el método y porqué… ná.

Es como cuando explicaban de donde venían los bebés… primero que

te trajo una cigüeña de París… luego la confusión era mayor pues te

salían con un cuento de abejitas y yo pensaba: ¿Cómo van a comparar

a las abejas con el ser humano? la única que fornica en un panal es la

abeja reina y las demás, que se maten toda la vida cargando miel…

(bueno, si… algo se parecen al ser humano) Volviendo con el tema

central… que la verdad no sé ni cual es, qué más está decir lo que pasa

en el mundo, para eso están los noticieros, que aún estamos como un

campo de cebollas (sin papa) que los mejores deseos para que no

vuelvan a elegir ninguno, ¿para qué? ¿para que no caigan más meteoros?

(¿un meteoro es lo contrario a un minero?) Piénsenlo…

Y me voy, espero regresar y no dejar seis meses sin publicar…