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18/9/20

Leyes

 Leyes

 

 Un día de estos me preguntaba: ¿qué son las leyes y pa’ qué
sirven? (para nada) porque hay una frase que dice: las leyes se
hicieron para romperse, con esta premisa, tenemos que las leyes
son como los objetos de cristal: solo pa’ romperse sirven…sin
embargo, en este páis con gobernantes de mierda, hacen leyes
como si fueran confites, fabrican y fabrican sin parar, y ya van
como mas de quince mil leyes y ninguna arregla nada… que
la de acoso callejero (que la de acoso con pedigrí) que la de los
minusválidos, que ahora nos van a enbananar con una que te
quita plata por hacer transacciones bancarias… y esto solo es
aplicable a los pobres obviamente… las que podían servir de
algo son las que estás ahí de adorno porque no las usan, la
de tránsito, la del narcotráfico (que son casi parecidas, al menos
en el nombre) otro error es que ningún abogado sirve para nada
bueno, no sirve para todo, porque cual ser humano se puede
leer y aprender las chorrocientas mil leyes que existen? entonces
pasa las de los doctores, que tienen que especializarse en una
rama cada uno (ni que jueran monos) a todo esto, también me
puse a recordar como era que se llamaban las oficinas, o grupos
o corporaciones que hacen de abogados… recordé que era algo
de comida, pero no lograba acertar: gourmet, bistec, hasta que me
vino a la memoria cuando fuimos a una capacitación en un hotel
y el almuerzo era tipo… bufet! pues el bufet de abogados (no de
comida) debería estar compuesto por todas las especialidades
que requiera (pero más bien, está descompuesto, porque la
mayoría de bufets que conozco solo un abogado tiene…) un
día llegamos a una casa y en la ventana ponía: bufet “talporcual”
y cuando tocamos, sale un viejillo en medias con un gato tó
pelúo desos que llaman angora… ¿y este es el ahogado… digo
el abogado? pues “del abogado el sombrero” como dice el
dicho (y ni sombrero traía… no traía ni zapatos…) pero bueno
para lo que nos sirvió (para nada, como siempre…) por eso
es que no creo en las leyes, ni en la medicina… todos los que
se dicen profesionales porque sacaron un título a pura teoría
no saben ni cuanto es dos mas dos (cinco) y lo que hacen es
cobrarte altas sumas de dinero para dejarte igual que al principio
(no que al principito… porque sería pior) me falta tratar con
ingenieros, arquitectos y otros tipos de “profesionales” a ver si
tampoco valió la pena tantos años perdidos en la universidá…
otro tipo de leyes son las leyes “divinas” (di viejas vinas quiay
en mi barrio) no, de las que se dicen los mandamientos de Dioj
y que nadie cumple porque con arrepentirnos arreglamos todo…
pero desos hemos hablado ya mucho y no quiero entrar en
detalle, más que se me están gastando las palabras por hoy
nada más queda decirles que eviten los negocios con abogados
médicos y demás profesionales y así tendrán una vida sin
sobresaltos (ni sobresbajos…)



 

8/3/19

(Des) In Memoriam


(Des) In Memoriam

 Estaba viendo que hace casi un mes que no publico (el Word
me subraya esa palabra) que no posteo (siembro postes) por
estos lados y es que últimamente ando trascordao… creo que
ya me contagié de alzheimer… (y no recuerdo si eso es una
enfermedá degenerativa o venérea (que venera lo que ve)) pero
si mestoy empezando a priocupar… (pero luego se me olvida…)
el otro día salí a comprar baterías para mi mp3 y regresé con
una bolsa de maní… estaba lo más tranquilo comiéndomelo (el
maní) cuando miacuerdo! las baterías! con la palabra batería
hay un asunto curioso: a las baterías les dicen también pilas,
pero ambas palabras tienen varias acepciones, batería es un
instrumento musical y también una batería antiaérea, por su
parte (o por la mía) pila es un artefacto para lavar la ropa o
un recipiente para bautizar chiquitos… he escuchado que a esas
cosas también se les llaman bujías, la verdad no sé, no recuerdo
como es el nombre real de los proveedores de energía, pero
bueno ¿de qué les hablaba? ah sí, el evento más importante
me ocurrió un día de estos que entré al supermercado (el que
les conté que era salón de baile antes) y necesitaba comprar una
bolsa de arroz (una pequeña de ocho kilos) recuerdo que la cogí
del estonto… estirante… estoico (estoico-gido) espeluz… de la
repisa! donde se encontraba, la bajé y en mi mente quedó que
la había comprado… algunas horas después me dio por analizar
las compras que había hecho, pues resulta que la bolsa de arroz
no estaba… me puse a hacer memoria de donde pude haberla
dejado, llamé al taxista, nada… llamé a mi hermano, nada… llame
a mi mamá (esa no nada porque no tiene traje) pero tampoco
había dejado el arroz ahí… llamé al supermercado para que me
lo guardaran pero me dijeron que nunca pasé ese arroz por la
caja… quien sabe en cual pasillo lo dejé tirado y le puse más
trabajo a los acomodadores… por último, para convencerme de
que no lo había comprado me fijé en la factura del super y ¡oh
sorpresa! … no lo había comprado… para rematar necesito unos
zapatos… me fui para una tienda donde hay mucha variedad
y me encontré unos muy bonitos que según el precio que estaba
pegado en la suela era de 18 mil colones… pedí probármelos y
me pregunta la dependiente: ¿Cómo los siente? Suaveciticos
y confortableciticos, contesté luego, sacando la etiqueta de la
suela le digo ¿este es el precio? lo ve, se ríe y me dice: no, estos
valen 80 mil… casi me da un retorcijón de bolsillo… y le contesto:
ay, ya me están empezando a apretar y bastante!! (el pescuezo
era lo que sentía apretado) pero me animé y le reclamé: y ese
precio que tenía en la suela? a lo que me dice: no sé, seguro
algún descuidado se lo puso, pero el real es este y me lo enseña
(el precio que tenía en la lengua (ella no, el zapato)) ahhhhhhhh
digo yo y salgo por patas a la calle… que susto mellevao! y olvidé
que necesitaba zapatos por un tiempo más… creo que la cantidad
de gente que he atendido en estos dos meses me tiene con la
cabeza a punto del colapso, por lo que no se extrañen si las
Columnas son más distanciadas en estos meses (aunque todos
sabemos que las columnas distanciadas no sostienen bien a los
edificios)