Encuentro irreverente en un cine
Tampoco acostumbro a ir a ver películas, con
solo la película que yo hago, me basta y me sobra
pero como en esta ciudad virtual me aburro
mucho (ya probé ir a un bar y a un burdel sin
que me saquen del tedio), entonces decido ir
a un lugar de esos que llaman cine, que no es lo
mismo que “cisne”, llego al mall, con doble ele
porque si no, pueden decir que mi columna tiene
mensajes subliminales (sub-animales será), pero
la cuestión es que sin escoger la película, porque
con lo atolondrado que soy no se me ocurrió
opto por hacer un filón, pues si, me digo, entre
mas larga (la fila), mas buena la película ¿no?
En eso que voy a comprar el boleto y que veo
a una distinguida dama que se me pone al lado
abanicándome con sus largas pestañas, sigo
en mi negocio, que mira que mil quinientos
colones por una entrada, es una estafa, pero
bueno, la chica sigue viéndome y yo ya
sintiéndome incómodo, le hago una seña con la
cabeza (con la que llevo el sombrero) y me
enseña un boleto, y se ríe muy raro, me encojo de
hombros y me dispongo a entrar y ella me sigue
pero antes de entrar veo que todo mundo compra
una comedera ahí en un puesto, entonces yo
como los monos, voy me compro semejante
tarro de palomitas de maíz y una coca, y casi me
saco un ojo con la pajilla (que en España “pajilla”
es otra cosa), pero sigo caminando todo atareado
con el montón de chunches pa’ comer que me
compré y la mujer se me pone atrás, entro con
costos porque una cortinota toda pesada me
impide el paso y lucho y me retuerzo y forcejeo
y la gentil dama, me aparta el enredo de
cortina que tenía entonces ya, entro, me sentí
como entrar al túnel del tiempo, esa serie que
daban antes, pero la película era otra, me siento
cómodamente y se me vuelcan las palomitas
en el asiento, va a empezar la película y yo
haciendo un escándalo juntándolas, una voz
en la oscuridad que dice:
-la mamá de este chiquito por favor!!-
-Cállese metiche-, le digo y la chica que ha
entrado conmigo me calma y me ayuda a
recoger el reguero (de las benditas palomas)
luego se sienta a mi lado y empieza a rozarme
el brazo, eso me impide coger mis alimentos.
-¿quiere usté dejar de hacer eso?-
-disculpa, cariño,¿ te molesto?-
-pues claro que me molesta, no pued…-
-Sssssshhh- todo el mundo en coro detrás
En una escena un tipo y una tipa se paran en
la proa de un barcotote que va navegando y
se abrazan y no se que mas cursilerías
ya ha pasado tanto de la película!!!, pero
está tan aburrida que pasa rapidísimo y
la presencia de la niña ya me tiene hinchados
los hu… mos y la miro a los ojos como me
enseñaron en un programa infantil cuando era
niño (y dicen que la televisión no nos deforma)
-cariño, te gusta la película?-me dice.
-que me va a gustar!!, si está que me duermo!-
-pero si es muy romántica-
-pues yo no veo los “romantos” por ningún lado-
-serán los romanos-
-entonces sería una película de semana santa y
de eso ya he hablado mucho-
-pero ¿no te gusta el actor?, se llama Leonardo-
-Pero esa es una tortuga ninja-
Me agarra de la cara y me atrae hacia la suya, como
en una parte de la película y como todo está oscuro
nadie nos ve.
-Suave, suave, que ya me perdí la mejor parte!!-
-¿y cual es esa cariño?-
-Diay no se, supongo que cuando se hunde el
barco y se muere congelado el tal “Lionardo”-
-Ay, no, que eso es muy triste-
-Triste yo, que tuve que pagar un montón para
aburrirme y encima viene usté y me jartó todas
las palomitas… ah, no, fue que se me volvieron
a caer…-
Y me largo porque esta vez si me excedí con la palabras.
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