Ha llegado el día en este año, que decimos: apague y vamonós…
hoy es mi última columna del veinte veinte, año en el que está por
demás analizarlo de manera negativa, lo único positivo fueron los
contagiaos del covid (sia necio) siempre les cuento mis planes en
navidad y año nuevo, pero esta vez… voy a hacer lo mismo de todos
los años: nada… estar por ahí, esperando que se pasen los quince
días de vacaciones, para volver a sufrir con los estúpidos que llegan
a molestar al trabajo… relajarse un rato mientras el mundo da otro
giro desacertado y no querer darse cuenta de las cuitas que nos
rodean… al menos, lo de la educación se ha ido mucho al carajo
ahora las graduaciones (ni que fuera un ecualizador para que lo
gradúen) van a ser de quince minutos y según dicen tendrán los
potrolocos… portocoslo, pretyiwoman… lineamientos! alabados
por el ministerio ¿alabados? alabado sea el señor! al lavabo sea
el señor, para que se lave bien las manos…noooo, abalados…
ovalados… como sea… ya se me olvidó qué era lo que estaba
comentando… (y si comen-tanto mejor no los inviten) que el tal
ministerio sea alabado… por los borregos no es nuestro problema
el problema es que venga el dos mil veintiuno y la cuestión siga…
que veo a muchos deseando que termine este año como si las
trifulcas se fueran a terminar el treinta y uno de diciembre a la
media noche… que no, zopencos, que un cambio de año no
significa un final y comienzo de absolutamente nada, “que voy
a cerrar un ciclo para comenzar otro dicen” el único ciclo que
cerró fue el del primo, que ya nadie lleva bicicletas a arreglar…
todo mundo quiere comenzar desde cero el primero de enero
cuando esta porquería sigue por derecho, porque a la rotación
de la Tierra le vale tres hectáreas de ver… ga, lo que esté
sucediendo en algún momento dado (dado: un cuadrito con
puntitos pa jugar dados…) y es solo una disposición técnica
para medir y medio controlar el tiempo y esas nimiedades… ni-
mi-edad-es, ni la suya tampoco… por lo que, por este año, basta
de quejarse, de maldecir, de renegar, de criticar, de despotricar,
de hacer el estúpido, de escribir soeces (y sobre heces) (como
se habrán dado cuenta, me lo estoy diciendo a mí mismo) que
ya mi mente no da más, vieran como me he acostao… digo, como
me ha costao llegar hasta este punto en la Columna… ya el
medicamento me hace intercambiar las letras y “carra dato”
mestoy equivocando… y tengo que corregir y si no solo regir…
porque está regia la cosa, jodío… dirían nuestros hermanos del
norte… bueno, hermanos míos no son, ¿por qué les dirán así?
de momento los dejo con sus arboles de navidad, sus portalitos
(sus portarretratos) que me voy a descansar y ahora sí, no se
sabe si los veré más… recuerden, si van a llegar los reyes magos
o santa clós a sus casas, exijan que se pongan las mascarillas o
en su defecto (o el mío): las más baratillas…