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17/4/20

Aventuras En Cuarentena


Aventuras En Cuarentena

 Como es la comidilla diaria, no queda otra que hablar de lo que
está pasando en el mundo actualmente, todo se está yendo al carajo
(pero el carajo no quiere recibir nada por aquello del contagio) a mi
me mandaron quince días pa’ la casa, aprovechando vacaciones y
semana santa, pero esta semana si anduve en la calle porque si
no trabajo no como… la verdad no sé cual es la desesperación de
la gente que está encerrada en sus casas, si ahí es donde más se
disfruta de la vida, no me digan que en bares o playas se la pasa
mejor, no… tal vez en “nai clús” pero en otros lugares lo que hace
es condicionar la incomodidad, por ser un imbécil y tratar de que
lo encajen en algún grupo… al menos la playa es horrible, hace
un calor endemoniado y el agua es asquerosa, la arena hirviendo
e insectos haciendo la vida imposible, no muy diferente es un bar:
calor, bebidas asquerosas y bicharracos jodiendo la paciencia por
doquier… mejor la casita… al menos yo me levantaba a las diez
de la mañana, desayunaba viendo películas tirado en el sofá que
hasta que quedó jorobado de aguantarme tól día… si no encontraba
nada interesante (que es muy raro, porque en interné está todo lo
interesante) o en su defecto para descansar los ojos, me tiraba en
la hamaca a ver las nubes pasar… ya por lo menos tuve la vida
de millonario durante dos semanas… lo malo era cuando se me
gastaba la comida y debía ir al super que me queda a tres kilómetros
con el peligro de ser contagiado (o sintagiado) por algún incauto
y lo peor es que leyendo el papelillo tó nervioso, ni siquiera podía
comprar lo que me habían dictado… toda una odisea entrar al
establecimiento, había que hacer un filón y esperar que los que
estuvieran adentro se salieran pa’ juera… aparte de mantener la
distancia de metro ochenta entre un infeliz y otro, eso es fácil para
mi, pero parece que los demás no entienden (sobre todo los feos)
y hablando de no entender, la gente es como burra, nada que se
queda en la casa ni hace caso, nadan por ahí como si nada y
por eso es que se han disparado los casos positivos (en lugar
de dispararse los negativos, como normalmente sucede…) pero
con esto el mundo se volvió loco… y aquí seguimos esperando
no, si no nos va a dar, sino cuando nos dará… de vuelta a mi
caverna, zapatos afuera, desinfectado y limpiado, no sé si cuenta
el lamido que el perro me pega cuando llego de la calle, y la otra
semana me enviaron para “teletrabajo” yo pedí que si no me
podían dejar solo el “tele” pero me hicieron una cara como de que
“yo a este mejor lo despido” entonces no me queda otra que
llevarme el trabajo pa’ la choza… (menos mal que de momento
no voy a atender indeseables porque imagínense la sala llena
de esos energúmenos reclamando hasta el por qué tienen el
coronavirus…) pero bueno, ahora no voy a poder escribir mucho
(ni poco) nada mas queda decirles que hagan caso, maricones…
no se expongan, no respiren… yo sé que hay que salir a buscar
el sustonto… el susto… el tantosus… el alimento de todos los
días… pero no se acerquen a nadie, no agarren cosas, anden
con jabón entre la bolsa, no queremos exterminarnos así tan
singraciamente en un apocalipsis en el que ni zombis hubieron…
la verdad… que mimporta!!???



25/5/18

De Viaje Viejo

De Viaje Viejo

 Tomando en cuenta de que cada vez estoy más raro y que ya
viene la película Maikol Yordan 2 (¡cómo no me costó ver la uno!)
creo que ya les he dicho que me hace daño viajar… con esto de
que dicen en feisbuc que se debe viajar y conocer y disfrutar y
uno sin un cinco entre la bolsa… aparte de andar con las bolsas
al revés, también soy pobre… y como el carro se mesviruló hace
como dos años, ando en bus pa’ rriba y pa’ bajo y me mareo toítico
y es que no es porque ya esté viejo, es que toda la vida he sido
así, recuerdo cuando mi tata me llevaba a Chepe tenía que llevar
desas bolsas de diez kilos que daban en el estanco, y yo la llenaba
gomitando… luego inventaron las dramamines, pero como no
sabía pornunciarla… porno… pronsuniar… llamarla! iba a la
farmacia y pedía: una pastilla pa gomitar y el farmatecario me
decía: para eso, métase el dedo… y yo: pero yo se lo pedí en
buen modo! ahh, que me meta el dedo pacer gomitas… no, no
que me de una pastilla pal bus… y el tipo se reía, porque nunca
había visto un bus tomando pastillas… que no! que una pastilla
pa viajar! ahhhh… y sacaba una “éxtasis”… yo creo que luego
cayó la policía ahí (a comprar éxtasis) y cerraron la farmacia…
con la dramamine me hacía un verdadero viaje, me jartaba una
y no vomitaba, pero andaba como un zombi muerto tól día…
una vez fui a la costa y me subieron a una panga… (yo creí que
era una mala palabra y ya miba a agarrar con el desgraciao) en
eso, me aclararon que se trataba de una lanchilla pequeña que
teníamos que cruzar un “estero” yo les dije que mi “estero” tenía
bandeja para cinco discos pero que no se “enviajaba” con esas
pastillas pa’ viajar que tanto mencionan… al final del cuento me
marié con solo cruzar un kilómetro en panga… que no se dice
kilómetro, en el mar se mide con nudos (como el nudo que tenía
yo en la garganta) y yo que creí que “en el mar la vida era más
sabrosa…” en esa ocasión me ocurrió una aventura que merece
una calumnia aparte, luego (si mea… cuerdo) les cuento… la
cuestión es que, en los buses, con esos olores, bamboleos y
apretones que le dan a uno, si no llega gomitado, llega todo
excitado (buscando la palabra “exit” pa’ salir) y eso es lo que me
toca tós los días de la vida, solo para venir a escribirles estas
tonteras los viernes… (o cualquier día) ah, no, que también es
que trabajo en otro pueblo diferente al mío y tengo que despeda…
desespera… desplazarme! (quitarme la plaza) hasta acá… y
ya hace bastantes años que lo hago (venir a presentarme al brete)
para poder sobrebeber… digo, sobrevivir… por eso es que ya me
voy sintiendo viejo y gastao y empiezo a chochear…