Spamearse
Ultimamente he estado publicando posts tarde y casi no
estoy
actualizando estupideces en mi muro de feisbuc por que
en mi
correo no dejan de aparecer correos no deseados (¿eso
no viene
siendo algo parecido a “coitus interruptus”?) yo sé
que a todos
los navegantes de este tiempo les sucede, pero es que
ya estoy
harto de tanto anuncio que no he pedido (o tal vez si,
por andar
inscribiéndome en cuanta página pa’ hacer dinero fácil
que me
encuentro) Ya me he ganado mínimo doscientos autos
último
modelo y como chorrocientos mil millones de dólares,
euros y
hasta libras “exterminas” (que ya ni existen) lo
curioso es que el
premio procede de loterías y tonterías que en mi vida
he jugao
y en todos, absolutamente todos, cuando contesto para
que me
envíen mi premio, me salen con que debo depositar
desde $50
hasta $600 y ahí es donde los mando a la mi… seria,
malditos
estafadores… hay uno muy curioso que me ha estado
llegando
y dice que no tengo que enviar dinero ni nada,
únicamente en
una página escribir mi correo electrónico y la
contraseña… ¿se
puede ser más imbécil? (que yo, que ya he tenido que cambiar
mi contraseña cuatro veces por intento de jackeo…) y
en eso
me llevo la mañana, borrando los “espams” (y viendo si
alguno
pueda llegar a ser real) ya luego de eso, me admiro
mucho con
las noticias normales del internec: que un tal Andrey
Amador
que antes de ganar una carrera en cleta, no lo conocía
ni la
mamá y fue un héroe nacional durante un par de días y
ya otra
vez tór mundo se olvidó, que un tal volcán Turrialba está
vomitando humo y ceniza por doquier (pobre Doquier
¿qué culpa
tiene?) yo ayer creí que se me había metío la ceniza
debajo de la
cama y es que tenía como seis meses de no barrer… era
polvo
común (común cerro) no barro, no limpio, no lavo, por
lo mismo,
por estar “hacinado” (o hacinada… perdón: “haciendo
nada”)
pues el espan me absorbe (es un pan muy esponjoso de
fijo) y
no me deja ni respirar, otra cosa quéspamearse es la
educación
en este páis (nada tiene que ver, pero es pa’ rellenar)
ayer juí
a una reunión de padres (y madres) de los hijos (e
hijas) de los
pobladores (y pobladoras) de la escuela (y escuelo) y
se ve cada
caso, ¡ni los maestros saben “escrebir”! ya no pueden
corregir, ni
decirles nada a las criaturitas inocentes porque es
dañarles a ellos
(y ellas) la autoestima (y el autoestimo (y estimo el
auto porque
me costó muy caro)) dicen que es tanto el chineo que
un día fue
un chiquito a decirle al director que debía irse para
la casa porque
se rasguñó el dedo meñique y ¡que le dolía mucho! En mi
época
pegábamos la jupa en el filo de la acera jugando bola
y no nos
quejábamos, continuábamos el partido porque se nos
habían
agotado los cambios… (de marcha) si había que
amarrarse con
un pañuelo el tasajo de cráneo que nos habíamos
arrancao, lo
hacíamos hasta que terminara el recreo… luego, en
clases que
lo enviaran al hospital (pa´no perder tiempo) No sé si
esto de
la sociedad de inútiles que estamos formando tenga
algo que ver
con el espameo y la estafadera por todo lado… pero
conociendo
algo de la historia de la humanidá, nos daremos cuenta
que de
una u otra forma… siempre hemos sido así…
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