Confusiones

Confusiones

 Siempre me confundo, ya se, deben estar aburridos de mis confusiones

pero es que insisto en que no hablan claro, en estas carreras de semana

“danza” o “manta” no se como es, ni tiempo tuve de analizar esto de las

procesiones (o “contra-cesiones”) aunque el otro día venía por el parque

y había un montón de gente en una esquina, yo creí que se trataba de un

accidente, por lo que fui corriendo a comprar el pan, para venir a hacer

pelota alrededor del o los muertos o heridos, pero oh decepción!: era

un “vía crucis” que llaman o algo así y una rezadera, que mejor me vine

para mi casa a comerme el pan con café, el otro día escuché una noticia

un tanto confusa: “que un tipo fue expulsado de una playa porque se le

paró todo”… y más tarde vi el “remake” de la noticia y en realidad fue

que “un ex pulsado (de pulso) tenía un tipo de plaga que lo separó de

todo” y bueno, no es que yo me concentre mucho, pero hay gente que

se confunde más, un amigo mío fue a ver a la esposa al hospital, y al

buscar el susodicho en la ciudad se metió a un hostal… luego alegó que

se le pareció el nombre del rótulo: “hospital”, hostal” solo falló por el

“pi”… cuando al fin llegó al verdadero, le preguntó a un doctor por la

salud de la esposa, el doctor le dijo que estaba “convaleciente” y mi

amigo le gritó:

-¡otra vez con ese cabrón!??-

-¿con quien?- le preguntó el doctor

-Con el Vicente ese-

-No, no, con-va-le-ci-ente-

-Si… “ciente” con lo que conmigo no…, eso dice ella-

-Que no, que está en recuperación-

-Pues ya era hora, espero que me la recuperen íntegra, a como estaba

hace veinte años cuando la conocí-

 Por fin le dijeron que para poder llevarse a su esposa debía pagar la

estadía, pues no tenía seguro… (¿no que no era un “hostal”?)

-¿Cuánto es?-, preguntó mi amigo.

-Cien dólares- le respondieron.

-¿y si no pago no me la puedo llevar?

-No-

-Entonces, déjensela ahí, que a mi me sirven más los cien dólares-

 Siendo así, mejor se la dieron sin cobrarle nada, porque a los del

hospital tampoco les servía y como este cuento no tiene final feliz,

me inclino ante ustedes para que me aplaudan (como dijo George

Carlin)… hablando de rinocerontes paralíticos, un día de estos me

daban una receta, como quién dice “afro-resaca” (eso me suena

como a cruda en plena selva de Kenia) decían que para facilitar la

lubricación (cosa que yo creí que solo los carros había que lubricar)

debía usarse la “glicerina” (¿?) pero que pusiera bastante atención

pues yo siempre me confundo, que no era “listerine” de ese para

que la jeta huela bien, (pues ese arde que da gusto) ni tampoco le

agregara el “nitro” a la “glicerina” pues podría resultar un “polvo

explosivo” como la dinamita, por ejemplo… la verdad no entendí

nada de nada.