Pesadilla en el Supermercado
Hoy como todos los fines de quincena, toca ir a hacer las compras,
que disposición tan odiosa tener que alimentarse para poder vivir
¿a quién se le ocurrió esto? ¿al “diseño inteligente”? (“intermitente”
será, pues a veces comemos, a veces no…) pero no va a cambiar mucho
pues todo el tiempo es lo mismo: llego con la doña y agarramos un
carrito (el más pequeño posible para que se llene rápido) y vamos
pasillo por pasillo escogiendo lo que de verdad necesitemos, y obviando
(dije “obviando” no “obrando”) el noventa y cinco por ciento de las
cochinadas que no son necesarias, pasamos por el pasillo de la cosas
heladas, que el pollo, las salchichas y los helados, algunas veces llevamos
pollo, otras salchichas, pues no se puede todo a la vez, y el pollo solo
una bolsa por tiro…luego, que la leche, una caja, pero rápido porque
un parpadeo y tienes artículos innecesarios en el carrito, luego pasamos
por alto un par de pasillos más, donde están las escobas, el betún, los
trastes, porque como eso no se come, no lo necesitamos… y me dice mi
esposa: -“¿no es que hace falta un bombillo en la casa?” y le digo: -“no,
el último tenía muchos vidrios y ni hirviéndolo cuatro horas se pudo comer-”
a ver: dos sopas, dos bolsas de fideos, salsas no, que se acostumbren
a saborear la comida al natural… luego que llegamos a los enlatados
cojo dos latas de garbanzos de diferente marca, uno vale 275 y tiene
340 gramos… el otro vale 280 y contiene 335 gramos… empiezo a hacer
una operación “mastemática” en mi cerebro y ocurre un corto circuito
largo… ¿Cuál llevar? Pues es evidente que el más barato y contiene más
pero llega mi esposa y lo analiza, lee las etiquetas y me dice: “el de 335
gramos es el peso “escurrido”” (a mi no se me había “escurrido” leer bien
la etiqueta) se me hace peor el enredo: ¿Qué es mejor: el peso escurrido
o el mojado? – “llévate el de 280 colones” me dice (las mujeres y su falta
de cognición acerca del ahorro) ella sigue echando productos de
sospechosa necesidad y yo quedo en neutro… al final coloco las dos latas
donde estaban y digo: -“de todos modos, no me gustan los garbanzos…”-
lo más difícil es la parte de los jabones…-que no lleves tanto ¿quién lava
tanto la ropa? ¿quién se baña tan seguido? ¿a quién se le ocurre lavarse los
dientes tres veces por día? y en la sección de papel higiénico ¿quién se
limpia tanto el cul…el cul…pable de todo esto es la televisión! que nos
mete en la cabeza que debemos comprar todo lo que exista (no lo que
“excita” que es diferente) ya por últimas y sudando de la congoja de que
no me va a alcanzar la plata para pagar todo esto y que como siempre
vamos a tener que devolver varias cosas… se le ocurre a mi mujer que
qué bonito pantalón hay colgado de una vitrina, pues se acabó! ya sabes
que la sopa de tela no me ha gustado nunca (se parece a la de mondongo)
ya si quieres cómpralo pero te lo pones, para sacarle algún provecho
antes de tener que cocinarlo para sobrevivir…
sospechosa necesidad y yo quedo en neutro… al final coloco las dos latas
donde estaban y digo: -“de todos modos, no me gustan los garbanzos…”-
lo más difícil es la parte de los jabones…-que no lleves tanto ¿quién lava
tanto la ropa? ¿quién se baña tan seguido? ¿a quién se le ocurre lavarse los
dientes tres veces por día? y en la sección de papel higiénico ¿quién se
limpia tanto el cul…el cul…pable de todo esto es la televisión! que nos
mete en la cabeza que debemos comprar todo lo que exista (no lo que
“excita” que es diferente) ya por últimas y sudando de la congoja de que
no me va a alcanzar la plata para pagar todo esto y que como siempre
vamos a tener que devolver varias cosas… se le ocurre a mi mujer que
qué bonito pantalón hay colgado de una vitrina, pues se acabó! ya sabes
que la sopa de tela no me ha gustado nunca (se parece a la de mondongo)
ya si quieres cómpralo pero te lo pones, para sacarle algún provecho
antes de tener que cocinarlo para sobrevivir…
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