Desmitificando
Ahora que repasando parte de la vida y viendo tanto joven que viene
para arriba (como decía mi abuela) noto que hace falta una buen lección
de parte de alguien con bastante experiencia en todos los campos de
esta existencia… pero como no pude conseguir a alguien así, no me
queda más remedio que pasar por la vergüenza de exponer algunos
puntos, es más bien al estilo de una protesta por todo lo que los mayores
me hicieron pasar cuando apenas entraba a la pubertad… que aunque se
parezcan las palabras, no tiene nada que ver con “libertad” en aquel
tiempo existían muchos mitos que llenaban de miedo las inexpertas
mentes de quienes cometían la imprudencia de escucharlas, por ejemplo
la más sonada: que si te masturbas te salen pelos en las manos, te quedas
ciego,se te derrite el cerebro y te crecen… las manos descomunalmente…
a ver: yo que no he dejado de hacerlo: no se a que se debe mi lampiñismo,
cada día veo más de la cuenta, me hago más inteligente conforme pasa
el tiempo y las manos… (oh oh, ¡que son estas manotas!???)
luego estaba el tabú… rete donde nos sentaba el abuelo a contarnos
historias increíbles (tanto que no las creíamos) se decía que al tener
acto coital por primera vez se te rajaba algo llamado “las siete telas”
que quien sabe dónde las tenía uno, porque yo por más que me revisaba
no lograba ver nada más que un pellejillo que colgaba… y eso difícilmente
llegaba a ser “tela” pero después me aclararon que las telas las tenía la
mujer… otro error… (tuve que esperar bastante tiempo para comprobarlo)
porque ninguna muchacha quería hacerme el favor… de despejar mis
dudas, cuando por fin alguien se apiadó de mi y me contó que las
misteriosas telas era una membrana llamada himen y que no era nada
del otro mundo… que alivio… yo me imaginaba cargando con siete
mantas luego de mi primer round (aunque no era precisamente el
mío, si no el de ella) por eso, niños (de unos ocho años para abajo que
los de esa edad ya saben todo esto y no hay quien los engañe) nunca
crean las tonterías con las cuales los educan (en su mayoría los de la
calle) todo es falso, si te dicen que yendo a misa redimirás tus pecados
no lo creas: en la iglesia fue donde le di más rienda suelta a mis
prematuras (y perdidas ya) lujurias pues iban muchachas muy bien
vestiditas y de buen ver (también de “mal” ver, aunque ya dije que
esos términos no me gustan) luego estaban otros mitos más “soft”
no tan peliagudos…(ni peludos) como los de la segua (que yo creía
que era un animalito rayado parecido a una caballo, que vive en
África) o la llorona, la tulevieja y demás espectros de esta tierra que
resultaron ser puro cuento de los viejillos, por cierto que un día de
estos las leyendas estas tuvieron una reunión, que les pongo en la
próxima, con foto y todo, hasta mañana.
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