12/5/10

A Veces

A Veces

Lo cotidiano de siempre, a veces quiero cambiarlo, a veces
quiero que siga igual, a veces me dejan en paz y puedo
respirar me gustaría que toda la semana fuera domingo
y no levantarme pero este tornado de acontecimientos
me arrastra y no deja de sorprenderme lo patético de la
humanidad, todo es “y”...
porque después de una cosa sigue la otra, entonces tiene un
valor agregado, o más bien, cómo dirían los “moralistas”:
un antivalor segregado, especialmente apático salgo de la
casa, y llego al trabajo, dónde descanso cuando no tengo
indeseables que atender (es hora de reconocerlo: detesto
a los clientes) y si vienen a decirme que ellos son los que
me dan de comer, pues me dan muy poco créanme, pues
esta semana la he visto “por un hueco” con la comida y las
necesidades diarias, pero ese no es el caso, el caso es que
ahora no quiero sentirme importante, no quiero sentirme
adulado, no quiero sentirme…, algunas personas piensan
que son el centro de atención de todo, por ejemplo el otro
día había en la parada de buses una mujer morena, con un
vestido que terminaba en minifalda, rojo todo, rematado
con un minisaco negro… (parecía al “lión” de la liga) y se
contoneaba de arriba abajo en la acera… todos los idiotas
estaban boquiabiertos…, empezó a llover y la tipa vino a
refugiarse en el alero en que me encontraba… yo y mi
inviolable espacio físico, escuché un par de suspiros
lascivos de los imbéciles que esperaban el bus ahí, alguien
comentó lo mucho que desearía acostarse con la susodicha…
a mi me bastó con echarle media mirada para que me
ardieran los ojos, que vieja más fea… generalmente, me
repugnan las prostitutas, por más chingas que anden en la
calle (entre más chingas mas mal me caen), sinceramente,
me llenó más un charco de agua que se estaba embarrialando
(maldita palabra) y entonces tomé como punto fijo de mi mirada…
por lo menos el charco tenía forma y versatilidad… y algo
de dignidad, la putilla, seguía disfrutando de las muestras de
morbo que levantaba en tanto ignorante.
 A veces, los humanos pueden llegar a caer tan bajo, pero
¿Qué digo? si siempre pasan ahí abajo…
Ahora sólo quiero tiempo para mí solo, ya las palabras me
sofocan, ya no le encuentro sentido (ni falta que hace)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen blog!!!!
Te invito a que pases por el mio!!!
clarasojo.blogspot.com