La Cigüeña

La Cigüeña 

 Y no se porqué se me viene a la mente este pájaro
singular (o con-gular, también puede ser) pero a estas
alturas de la vida, ya cuando los hijos crecen y uno anda
con todo cuidado para que los chicos no nos pregunten
cosas embarazosas y si nos preguntan saber que responderle
como la consabida: “¿Papá, de dónde vienen los niños?”
recuerdo que cuando yo pregunté eso me respondieron:
¿Qué de dónde vienen los niños?... pues… del play station
¿de donde más??? se pasan todo el día ahí y ya ni
 estudian, deberían hacer algo con esos lugares que los
niños se llenan la mente de juegos y vicios y toda la
retahíla… al final, no supe cómo nacen los bebés, bueno
algunos nacen con los ojos abiertos y otros con los
ojos cerrados, siempre que preguntaba que cómo se hacían
los bebés, me explicaban todo aquello de la famosa
semillita que papá tenía y que luego se la regaló a mamá
y después de nueve meses… pero yo todo eso lo entendía
a la perfección, lo que nunca me explicaron fue “cómo”
pero bueno, los años han pasado y… aún no se “cómo”
por eso es que tengo tan poco pegue con las damas…
bueno, por eso y por muchas cosas más… y hablando
de cigüeñas embarazadas… recuerdo que mi abuela
decía que ella era tan vieja que en lugar de la cigüeña
la trajo un pterodáctilo y que la mamá no le decía que
la trajeron de París si no de Babilonia… (con jardines
colgantes y todo) era tan vieja tan vieja, que cuando
Dios dijo “hágase la luz” ya ella debía tres recibos
atrasados… pero bueno, ahora que tan simbólico
animal está en peligro de extinción por culpa de la
revolución digital (no sé, pero a alguien había que echarle
la culpa) ni lo extraño, ni me hizo falta, pues tuve unos
padres tan modernos que pretendieron que ante mis
dudas, yo mismo buscara las respuestas (y ya ven que
poca intuición tuvieron) por cierto que un día de
estos, impulsado por mi esposa, le dije a mi hijo:
“hijo, ya es hora de que hablemos de sexo” a lo
que tranquilamente me respondió:
“Si ,papi… ¿Qué quiere saber?”
Por otro lado, cómo disfrutaba yo de aquellas tardes
luego de la escuela, encerrado en mi cuarto viendo
la cigüeña de las caricaturas que siempre se equivocaba
y le llevaba el bebé equivocado a la madre equivocada
(esto por andar toda jumas) y esta es la única cigüeña
que extraño (qué extraño!) ahora los niños no reparan
en temas tabús ni se preocupan como los de mi edad
en descubrir los misterios insondables de la vida, ahora
(igual que en mi tiempo) los niños vienen… del play
station (si tampoco soy tan viejo).