Incomodidad
Dícese del acto de no estar cómodo (ni como dó ni
como ninguna nota musical), se podrían (ahora este
verbo se me confunde: podrían de poder o podrían de
podrir) decía que se pueden enumerar muchas situaciones
en las que nos sentimos incómodos (o sea que no estamos
en la isla de “Cómodo”) con dragones y todo, algunas
circunstancias vienen siendo más incómodas que dormir
con la suegra, por ejemplo un día que me mandaron a
una cosa muy rara, que intentaré explicar… resulta que
discutía con un cliente sobre algo que él veía y yo no…
entonces me dice: “vaya póngase gafas en los huevos…”
me lo dijo en un tono que no sé si se majó un ídem, o
bien creyó que yo era sordo, y pensé: “ponerse unos
lentes ahí… puede resultar un tanto incómodo, aunque
sería más incómodo al revés: ponerse los huevos en los
lentes…” pero bueno, el tipo, luego me retó a pelear
con eso me sentía aun más incómodo, recordé a un
amigo que por venir viendo para atrás, chocó con una
puerta, yo le recomendé que se pusiera lentes en la
nuca… pero me dijo que primero debía ponerse ojos
ahí… con todo esto y la inflación, eso de andar huevos
en los lentes vendría a darle más sentido a mi famosa
frase célebre: “me costó un huevo de la cara!”, que
hace unos días no tenía sentido, siguiendo con las
experiencias incómodas, incómodo que sea, dormir
con clavos en la bolsa trasera, hay cosas más incómodas
que lo que le dicen a uno, el nivel de incomodidad
(no se si se mide en niveles, pero igual) aumenta en
diferentes casos, hay también una condición un
tanto extraña, que es que a veces a uno le incomoda
la ropa, ya sea la faja, o el cuello de la camisa (máxime
cuando te dejas el gancho de la ropa puesto), pero lo
raro es que no hay cosa que incomode más de la ropa
que andar sin ella… al menos yo, me siento muy
incómodo chingo, no sé porqué si así nada me incomoda
pero mejor no le den rienda suelta a la imaginación
y continuemos con el análisis, que dicho sea de paso
ya mejor ir terminando, porque me siento más
incómodo que una gallina en un pleito de zorros
(así no era, pero ahí vamos) recuerden que la
incomodidad es la madre de todos los crímenes y
debemos erradicarla (pero “erradicar” no es ponerle
“erraduras” al caballo??), entonces para que los
caballos no anden incómodos debemos erradicarlos
también, y así todos nos sintamos más cómodos cada
día, porque hay cada caballo…
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