6/4/10

Antes, durante y después de las escobas

Antes, durante y después de las escobas

Estaba leyendo viernes de escobas de mi amigo el Barto
(qué bueno que no se puso como Homero: “El Homo”)
y recordé que yo también sufrí y disfruté las consecuencias
de la “Tamaña Tanda” (que diga Semana Santa), aunque a
diferencia del sujeto de marras, yo no asomé la nariz a
la calle (excepto un día que se me terminó el azúcar y
me tocó salir al centro a comprar, cual si fuera Frodo en
su misión de devolver el anillo robado) y fue miércoles
que todavía no habían hecho procesión (¿procesión?
¿Qué está a favor de las “cesiones”?) y no me tocó que
ver ningún energúmeno disfrazado de Superman, Batman
Flash, similares y afines, pero si me tocó llevar el carro
arrastrado hasta el taller, porque no quería caminar…
(me refiero a mi carro, mío de mi propiedad, no al carro
de Ben Hur) la cuestión es que llegando al taller me
dijeron que se le había jodido el plato y el disco del 
“clutch” (salud!) que los iletrados llaman “embrague” 
pero como las cantinas estaban cerradas aún no estaba 
“embragado” le pregunté al mecánico que si aparte del 
plato, se le había dañado algún otro traste como el jarro 
o la cuchara, pero me hizo una cara… que mejor no 
insistí mas y lo tuve que dejar toooda la semana 
“internado” no me quedó más que quedarme metido en 
mi casa meditando en la pasión del señor (del señor de 
la casa de al lado que tiene una pasión por el canto…) 
y como aún sigo sin poder ver televisión para tirarme los 
ochocientos mandamientos (porque con esta son como 
ochenta semanas santas que los pasan) entonces puse 
El Señor de Los Anillos pero como le debo todavía una 
platilla, mejor lo quité…
Estaba tan aburrido sin mi carro que me puse a analizar
algunos asuntos referentes a… cualquier cosa: los agujeros
negros (que algunos tachan de satánicos), los agujeros
satánicos (que algunos tachan de negros), los negros
con agujeros (que algunos satánicos tachan) y el
colisionador de salchichones (que diga de hadrones)
que, primero que nada, ¿Qué diablos son “hadrones”?
(¿serán “ladrones” con “h”?), como en esa semana
no se podía comer carne, dicen, solo pescado, y me
vuelvo a preguntar ¿Qué los pescados no tienen carne?
¿Qué tienen? ¿la piel de vegetal? (no es lo mismo “vegetal”
que "¿ve, qué tal"?) y hablando de todo un poco… para no
perder el hilo… ayer ya un poco menos estresado porque
la tortura había terminado, fui a ver cómo le iba a mi
desafortunado carro y el susodicho mecánico (que no es
lo mismo que “mexicánico” (eso es una mezcla que luego
explico)) y me dice que “el plato” está como para comer
sopa, pero que el “disco” tuvo que comprarlo nuevo y
le costó más de quince mil colones… ¿pero que era?
¿un disco de éxitos??? , si hubiera sabido le pongo uno
de Vaquita la del Barro que estoy a punto de botar…
y ya me voy porque hay muchos indeseables haciendo fila.

 

2 comentarios:

Lola dijo...

confiesa...tu eres monologista o como se llamen esos que hablan ellos solos de todo y de nada pero con gracia...a qué sí?
No hace falta que contestes, como dicen en....no recuerdo donde, y si me acuerdo no lo digo, es retórica, que no se lo que quiere decir pero que por el contexto en que lo escucho debe ser que no se espera respuesta.
Y con este van tres saludos.

Jag Lake dijo...

Lo confieso... soy mono-loguista (pero no "mono-liguista") pero solo con tinta, pues tengo pánico escénico ya con esta van tres las gracias que te doy

saludos