Qué Hacer Cuando Se Va La Luz En La Oficina
(O Q.H.C.S.V.L.L.E.L.O)
No se si me
va a caber (el título) pero bueno, he aquí
otra lista de consejos para cuando estás todo
campante
en la oficina y se va la luz (la conserje que se
llama Luz)
en este caso, vas a tener que barrer, limpiar, hacer
el
café, mandarte a ti mismo a comprar los chicles a la
pulpe
pero ¿qué pasa si se va la corriente? (la otra
conserje que
es mas corriente que Luz) No, la corriente eléctrica
y ya
se sabe que sin eso, algunos accesorios que
utilizamos
para el trabajo cotidiano no funcionan, entonces
¿qué
hacer? a veces sucede que la compañía de luz (no la
de
Luz la conserje, yo no ando en cuentos) tiene algún
desliz
lo que llaman un esperpento… digo, un desperfecto,
que
perfecto solo… yo… y nos llevamos un apagón, todo se
descochifla, las upss empiezan a gritar, los
monitores se
apagan, el caos nos gobierna… en primer lugar, y en
segundo también, no hay que salir corriendo de donde
te encuentres: afuera tampoco hay luz (bueno, si es
de
día, la del sol, pero esa es irrelevante) respira
hondo, no
pierdas la calma, lo más conveniente es siempre,
siempre
traer una baraja “física” por aquello de que al
darse el
apagón, hubieras dejado el solitario a medio palo…
(literalmente) pero ya sabemos que no solo el
solitario
tenías abierto (también el “acompañado”) que el
feisbuc
que el yutube, que el tuiter, quel istagran… que el
porno
que la extra… que… la hoja de cálculo para disimular
si
viene el jefe a ver quéstas haciendo… pero todo eso
aunque parezca increíble, desaparece cuando se va la
luz, ni siquiera el logo de windos te queda, miras
ese
vacío y oscuro monitor, inservible, monótono,
estéreo…
Y pasan quince minutos y nada que llega y uno se
pregunta: ¿la mandé a la pulpería o al gualmart que
no llega?? pero tampoco llega la corriente, seguro
se quedó haciendo corrientadas de camino, pero
encima
(o debajo) no llega la electricidá! e intentas hacer
algo
un movimiento aunque sea, para salir del shock, pero
los lápices no tienen ni minas, los lapiceros sin
tinta,
las hojas amarillas… miras para todos lados a ver
qué
hacen los demás, pero están como tu, absortos viendo
el monitor y a veces los fluorescentes a ver si de
forma
milagrosa se encienden, pero no… no llega… y ahora
llega lo inevitable: levantarse de la silla e ir a
estirar
las piernas… en ese extraño pasillo que cruzas todos
los días te encuentras gente que en tu vida habías
visto
y se podrían empezar a entablar relaciones entre
esos
extraños y tu, te cuentan que también trabajan para
tu misma empresa, casi casi estás interesado cuando
de pronto… vuelve la luz!! (la conserje) y la otra
(la
eléctrica) (la corriente al parecer consiguió un
mejor
empleo) entonces al ver tus aparatos revivir (los
que
utilizas para trabajar… los otros, ya ni modo) mandas
las relaciones interpersonales a la mierda y corres
a
tu hermoso, cómodo y frío cubículo a continuar con
lo tuyo, ahora si respirando aliviado, por haber
superado
tal catástrofe y rogando que no se vuelva a repetir
y abres la güeb y te ríes por el absurdo de la gente
que
se preocupa por la sexta extinción masiva que se nos
viene encima… nimiedades…