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25/2/16

El Caso De la Pantera

El Caso De la Pantera

 En la primera Columna deste año les mencioné que un
coyote se había cenado a mi perro… pues resulta que no
están ustedes pa’ saberlo, ni yo pa’ contarlo, pero hace
unos días sufrí un ataque en mi guarida en el cual perdí
la vida… de mi otra perra… sí, la pobre Koki que tantos
años me había durado, ha venío un maldito alimal y se la
ha llevado en mis propias narices… esa era una noche que
mudando a madrugada, yo desconectado del mundo a
más no poder fui interrumpido brutamente (que diga
abruptamente) por un escándalo que provenía del patio
diatrás… ¿qué era? ¿qué pasaba? que un semerendo bicho
atrapaba a la perra, que en son de guerra había salido a
atacar, siendo que su frustrada incursión la convirtió al
instante en víctima de tan sanguinario cazador… Yo como
un zombi electrocutado, pegaba en todas las paredes y
dejaba todos mis dedos meñiques del pie en las patas de
los sillones… cuando por fin logré salir al exterior, en bata
de dormir, ya la fiera iba lejos con la desafortunada Koki
entre sus dientes, gritando y pidiendo auxilio… y yo, que
por la oscuridad no podía ver más allá de mi nariz (y eso
es mucho, porque dicen que la tengo larga (la nariz)) me
puse a pensar al ver mi atuendo: ¿qué pretendo? ¿evitar
el ataque del monstruo o matarlo del susto? (o de la risa)
Pero ya era tarde… (bueno, de madrugada más bien, como
la una era…) Después del susto y de la estupefacción que
me impedía reaccionar, regresé a mi humilde cama y no
pude dormir en el resto de la noche (de hecho, me quedé
dormido como a los diez minutos) pero igual, al otro día
investigando, me enteré de que hay una condenada pantera
(y no es rosa precisamente) comiéndose los perros de tór
mundo, ya van como veinte que se jarta y los seres
humanos comunes y silvestre tenemos que aguantarnos
de ir con un rifle y reventarla a tiros, solo porque es
prohibido, pues están en peligro destinción… lo dicho,
ya no hay derecho, ¿comuace uno si lo ataca? ¿se puede
alegar defensa propia o hay que dejar que se lo levante y
se lo almuerce? esto es preocupante, tanto así que un día
al despedirme de mi hija segunda (no no, no se llama Segunda
mija… es la segunda en consecución de mis hijos) me dice:
papi, si le sale la pantera, antes de que se lo coma le toma
una foto para saber como es… Hoy venía en el bus y una
señora le preguntaba a un vecino que si nuabía visto a su
perrita (a la suya no, lector, a la de la señora) una doberman
pinche –que diga, pincher- que se le desapareció y que le
había costado ciento treinta mil maracandacas… claro, tenía
razón de llorar su pérdida y yo pensando: bueno, al menos
a la Koki me labían regalao… pero igual, la extraño y de ahora
en adelante voy a estar ojo avisaor por si me la topo a esa
desalmada pantera, lo que no sé es si se meterá a las casas
a comerse a la gente… por si acaso, ya me voy para ir a
atrancar todas las puert…. no no!! quéeee…………
 aaaaaahhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!