22/11/13

De Las Ultimas

De Las Ultimas

No, ni se alegren, se trata de las últimas columnas del año 2013
si no es que la última por si me da pereza de escribir más antes,
que por cierto nunca he contado como cuantas publico al año
¿a quién le puede importar? pero ahora haciendo recuento (no
es cierto: estoy aquí solo sin nada mejor qué hacer) ya arribamos
a la recta final de un año nefasto para los supersticiosos (y para
todos en general) pues una catástrofe más, una menos que otros
años, no veo la diferencia, lo que sí es que de vez en cuando leo
noticias espeluznantes (yo generalmente me “espeluzno” por
nada) y es que en el puesto de periódico (porque ni modo que lo
vaya a comprar) leo: “Le disparan a quemarropa” y yo me digo:
pobre Quemarropa tan buena gente qués… ojalá que se pueda
recuperar del disparo, ahora con los vientecillos alicios vienen los
carrat… los cartarr… los racata… los resfríos! Ya casi es hora de
detenerse y analizar las tonterías que hicimos en este año que
se va (al menos yo nunca hago esa estupidez de parar a pensar)
ya lo que fue pasó y no se puede hacer nada, ni se va a componer
uno, más bien cada día estoy “mas pior” ya muchos me han dicho
que es hora de ir donde el siquiatra… pero son carísmos y mi
seguro no cubre ese rubro. Lo único cierto es la galopante y
progresiva decadencia que no deja de desarrollarse. Estoy
cada vez peor en todo: ya el carro no pasa a revisión (y yo menos)
se me venció la licencia, el desorden de mi casa parece haberse
realizado con una molotov casera, me subo a los buses y no les
doy el asiento a las viejitas que lo abordan después ¿y para qué?
¿quién las tiene, viejas cacrecas saliendo a esas horas de la mañana
y meterse en el bus? que van para el seguro ¿qué me puede a mi
importar? además, si me levanto para ceder el lugar, solo a una
puedo ayudar, no puedo ceder dos o más asientos ¿de qué vale
si otras viejas se quedan de pie? ¿y si el bus va lleno de viejas?
(creo que me subí al bus del albergue de ancianos) mejor me
quedo ahí quedito, de todos modos el otro día que me subí y no
habían asientos libres, una muchacha del colegio se levantó y
me lo dio (el asiento) y qué? ¿ahora resulta que el viejo cacreco
soy yo? y me vino a la mente aquello de Les Luthiers:
“Cuando éramos jóvenes, cientos nos concedían sus gracias por
pasión… ahora: gracias si por compasión… nos ceden el asiento”




1 comentario:

El Barto dijo...

Los jóvenes de hoy en día...
Lo mejor del 2013 es que ya se va y se lleva el gobierno de laura chanchullo, lo malo es que con el nuevo año tendremos un nuevo imbécil al poder. En cuanto a ceder el asiento yo sólo lo doy si no me da pereza algunas veces, me espero a que otro se levante