Sociedad de
Irresponsabilidad Ilimitada
No me gusta meterme con los enredos de esta
podrida sociedad
(únicamente en mis
libros, si quieren comprarlos, pues el negocio
tiene que ir
mejorando) sin embargo, he notado varias actitudes
que tienen los seres
humanos que conforman esta “suciedad” en
la que nos
desenvolvemos, primero se les ocurre poner leyes contra
tal o cual asunto y
luego andan peleando porque nadie las cumple
que tontos, mejor no
impusieran leyes y así no se preocuparían
por hacer que las
sigan, más profundamente está la constitución
(o sin –stitución) de
la familia… todo un alboroto raro por llegar
al matrimonio (ya sea
virgen o no, o no, que ya no se usa) y de
ese modo fundar (o fundir)
una esplendorosa familia, matarse
por mantenerla y que
los niños estudien, se esfuercen y no se
“jalen tortas” y si se
las jalan (las tortas) volverse loco, quedarse
calvo y panzón,
sufrir, patalear y luego echar de la casa a la niña
mal portada para nueve
meses después recibirla de nuevo todo
porque el bebé salió
lindísimo puramente al abuelo y será el
orgullo de la familia
y la esperanza de los Pérez… porque hasta
en nimiedades y
cursilerías nos ponemos, porque nada mas
podemos hacer… yo
recuerdo en mis tiempos, mi difunto padre
me decía: "hijo… si
quiere meterla a los quince años, vaya!, pero
así como se siente
hombre para eso, hágase responsable de
una posible panza"… y
entonces yo, todo asustado… mejor
me esperé hasta los
dieciocho… de todos modos no fui tan
idiota: una prostituta
de cuarenta años ¿Qué panza podía
agarrar para hacerme
responsable? y bueno, yo crecí apegándome
a las directivas
paternales (porque de lo contrario, mis paternales
directivas terminaban
“a pegándome” con una faja) y hoy soy
todo un hombre de bien
(frustrado y traumatizado, pero de bien)
y se ve en los medios
(y los enteros) (yo por eso no veo tele ni
nada) la juventud está
descarriada, pero por culpa de los que
prohíben las
actividades, uno se desespera de ver tanta limitación
tanta “burrocracia” (
si, si: burro-cracia dije, el Word me lo corrigió
dos veces) que para
todo es un papeleo, como si eso afianzara la
responsabilidad de los
seres humanos, firmamos papeles para todo
los bosques se ven devastados
con tanto papeleo, que para ir
al altar, primero
firmar, que para reconocer a los hijos, otro
montón de papeles, que
hasta para morirse hay que hacer un
chorro de trámites
antes (y después) pero nadie se hace responsable
de la muerte al final
(y de lógica: la muerte es el final) y todos
“se tiran la bola” sin
asumir, porque existe el famoso dicharacho
que diche: “A ese
muerto no lo cargo yo, que lo mate el que lo
cargó” y me voy porque
debo ser responsable con mi trabajo
y me llevo todo el día
navegando…
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