Pero no tiene nada que ver con cosméticos o alguna moda
femenina, si no que me puse a pensar (con ayuda externa,
pues lo que yo pienso por mí mismo no me da para mucho)
que ya muchas veces les a pasado a los colegas que se han
equivocado a la hora de ligar… ¿ligar? ¿ligar trompas o wiski?
bueno, la cuestión es que más de uno se ha ido con todo en
un romance fugaz con alguna representante del sexo opuesto
de dudosa procedencia… a veces con la borrachera, no se da
cuenta uno de que lo que ha estado conquistando desde hace
tres horas, es un travesti, entonces yo que no soy un experto
en conquistas si he observado muy bien a la gente de todos
los sexos y estos se comportan distinto según su especie, por
lo que aconsejo observar muy bien con los ojos y no con la
jareta a las personas que se mueven alrededor en una fiesta
un baile, la calle o incluso, la casa… por que se han dado casos
de gente que tiene años de casados y no se cuenta del sexo
que predicaba su cónyuge, entonces es muy fácil reconocer
este asunto desde el principio, ponga mucha atención: en
primera instancia está el nombre, desconfíe si se llama: Manoli
Ricarda, Sebastiana o Vicente… pues estos tipos no tienen
mucha imaginación al rebautizarse femeninamente, luego
si ya no hay remedio y está echándole el cuento fíjese bien
en la actitud: si no molesta, sospeche, una mujer que no jode
no es mujer… si jode demasiado… es carro… tiene que haber
un balance, hay un detalle muy importante y es que si usa
una bufanda o alguna prenda que le cubra el cuello, puede
que su “manzana de Adán” sea más grande de lo normal en
una mujer real, de hecho algunos en lugar de manzana lleva
una papaya… y hay algunos aspectos varios que pueden dar
el campanazo: la voz (si anda con un detector de frecuencias,
mejor) entre más grave… más grave el problema, la cantidad
de vello en la cara, un hombre por más que se depile, le
quedan los tronquitos bien visibles, a uno le crece el bigote
como un centímetro por hora, entonces es difícil que en
dos horas no se note ya… y no hay sistemas mágicos de
rasurado que pasen la prueba, fíjese también en la patas:
si calza más de cuarenta y ocho, tenga por seguro de que
se equivocó y va derechito a una mala experiencia… ( tal
vez le guste, no me meto en las inclinaciones de los demás)
y ya si le queda alguna duda, pregúntele ¿que puede perder?
más bien se puede ganar una cachetada, una mentada de
madre y una pérdida irreparable en la única relación efectiva
que iba a tener.
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