9/11/10

Nuestros Nombres

Nuestros Nombres

 Pero no, no es la canción de Héroes del Silencio, aunque esa es
muy buena también, si no que en mis pláticas mediáticas (que
son medio ticas y medio… ¿Quién sabe?) salió a colación, o sea
se coló en la conversación los nombres que nos ponen nuestros
padres, analizando más profundamente nos surge la pregunta:
¿por qué nos ponen dos nombres distintos? (excepto a José José)
¿por qué no conformarse con un solo nombre? Es más a más
de uno, le han puesto más de dos (a los que les ponen más de-dos
se llaman “polidáctilos” o algo así) se llaman como “María del
Socorro Perpetuo de las Once mil Vírgenes del Santo Sepulcro”
Y digo yo ¿para qué tanto? Si somos uno solo, ¿para qué ponernos
dos? Después vienen las confusiones, hay unos nombres que
no gustan a sus propietarios y por eso no los usan ¿será por eso
que ponen varios, por si no les gusta uno que use el otro? Pero
si los dos son feos? Habría que recurrir a un tercero, sin embargo
la experiencia nos ha enseñado que las cosas se complican cuando
intervienen “terceros” aparte de la cantidad de nombres por los
cuales nos llaman, y eso es una ironía: que el nombre sea de uno
y los que lo utilizan sean los demás (bueno, no todos los demás
puesto que hay mucha gente que no lo conoce a uno) entonces
no lo pueden utilizar, cuando necesitan llamarte, a lo mucho
podrán decir “¡hey, usted! ¿tiene la hora?”... a esta pregunta
yo generalmente contesto que no, ¿Cómo voy yo a tener la
hora? Con costos tengo un reloj que medio marca el tiempo
pero la hora oficial yo no la tengo, es que hay gente que no
comprende que es muy importante saber expresarse y ¿de que
les estaba hablando?... ah… si de los nombres, hubo un tipo
aficionado al fútbol que le puso a su hijo el nombre de cómo
cien jugadores que no nombro aquí porque no me alcanzaría
el espacio, o lo que le pasó al compañero que fue a una entrevista
de trabajo y el jefe le pregunta:
-¿Nombre?-
-Pe-pe-pe-pe-pe-Pedro González- a lo que le dice el jefe:
-¿Es usted tartamudo?-
-No, tartamudo era mi tata y el del registro un gran hijuep¡piiiiiiiiiiiii!!
(No sé porque me anda cayendo la censura a cada rato)
y hablando de “miandas” me voy porque me ando meando
y acabo de acordarme que no tengo la bacinilla debajo del
escritorio.

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