Crónica de un Regreso a Casa
Los viajes en autobús desde el lugar de trabajo hasta mi casa
me sirven para analizar las cuestiones de la vida (siempre y
cuando no se siente a mi lado un majadero conocido) (porque
es mejor un extraño silencioso que un conocido majadero)
de todos modos para eso tengo mi reproductor (de mp3, mal
pensados), y ayer no fue la excepción, pues le di “play” al
susodicho y me dediqué a viajar bajo los efectos de las notas
del “Powered” ¿y qué mejor compañía que la de AC/DC para
que la inspiración llenara mi cabeza?, por lo tanto, rodando
por la carretera, no hice más que admirar lo que hay a la
orilla de ella… de pronto un par de incautos que hacen parada
al cacharro este en un lugar dónde no se puede parar, ba!, que
los dejen botados por imbéciles, pero… el chofer venía de
buena gente y los dejó subirse, luego ya que me entra la
inspirada (y no la “expirada”) (tampoco la “inspirada” de
otra cosa) y empiezo a divagar por caminos sinuosos (y si
“nu” son osos ¿Qué son?) contabilizo las casas que dan a la
calle, aburrido, la gente habla, un mocoso viene haciendo
un escándalo en el asiento del frente (por suerte no lo oigo
pero que ruido hace) continúo con mis cavilaciones, que la vida
que las deudas, que la mamá de Tarzán… que qué ganas de
escribir todas estas estupideces…, que mañana lo pongo en
el blog aunque no tenga muchas ideas, que el bus vuelve a
parar, que la gente se baja y se sube, se sube y se baja, que
alguien se subió al bus equivocado y hasta ahorita se enteró
luego, en la última “escala” (ni que fuera “American “Airlains”)
veo en la parada a una vieja que me cae mal y visualizo la
situación: el asiento de mi lado viene vacío, no puedo ver si
en los de adelante hay espacios, pero entra otra gente antes
y se empiezan a acomodar, la “vetusta” en cuestión se queda
en un asiento de adelante, respiro aliviado, una pareja se acerca
a mi lugar, pero hay un asiento vacío adelante y la tipa se
sienta ahí, el caballero sigue hasta la parte trasera (del bus)
y se queda… respiro más aliviado, veo que la mujer no quiso
“rebajarse” a sentarse al lado de este “peligroso” prospecto
si supiera que no tenía ni el más mínimo deseo de que se
me acercara a más de dos metros de distancia …
en fin, el resto del recorrido lo hice analizando los barrancos
y deslizamientos que se han venido en estos días de lluvia
porque no es lo mismo barranco que deslizamiento… les
explicaría pero ya llegué al límite de palabras por columna.
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